miércoles, 30 de mayo de 2012

Especificidades del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas.


Un enfoque Histórico-jurídico

  
HISTORIA:
A lo largo del tiempo, el actual Servicio tuvo denominaciones y cometidos diferentes.
La profesión militar, en el devenir de la historia de los pueblos, siempre presentó aspectos muy singulares en la medida que los Estados advertían en sus Fuerzas Armadas la última instancia para la conquista y el mantenimiento de sus intereses vitales.
Nuestro país, obviamente, no es ajeno a esto, y ya desde el período pre-constitucional se
promulgaron normas orientadas a dar protección a los integrantes de las Fuerzas Armadas y sus familias:
- Ley del 13 de marzo de 1829 sobre: “invalidez, viudedad y orfandad” para quienes habían luchado en la Guerra de la Independencia, disposición legal completada por normas de los años 1835 y 1837.
- Ley del 14 de junio de 1830 que reconoció el “premio” que el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas había otorgado, en 1826, a “Lavalleja y Treinta y dos individuos que bajo sus órdenes dieron principio a la heroica empresa de libertad a la Provincia
La Constitución de 1830 facultó al Poder Ejecutivo a conceder retiros y pensiones a empleados civiles y militares, considerando el constituyente dos grandes vertientes en materia de Seguridad Social, las que se mantienen hasta el día de hoy en la Carta Magna.
La Ley Nº 81 del año 1835 establece un régimen de pensiones para deudos de Oficiales
atendida por el Tesoro Nacional.
Por Decreto del 7 de setiembre de 1876 se deroga el pago de Montepío y los Oficiales
ingresados a partir de esa fecha no generaban pensión alguna.
Se mantiene esta situación hasta el 24 de febrero de 1911 que por Ley Nº 3.739 se establece un sistema de pensiones militares, retroactiva al año 1876, instaurándose la “Caja de Pensiones Militares” siendo ésta la fecha oficial de creación del actual Servicio acorde a Decreto del año 1991.
Esta primer “Caja Militar” tenía personal y recursos propios, dispuestos por la ley de creación, y un Consejo de Administración autónomo integrado por militares de alto rango.
Hasta 1919 sólo los Oficiales tenían derecho a retiro y pensión, situación que cambia ese año por Ley Nº 6.868 que otorga el derecho a retiro y pensión al Personal de Tropa.
El Decreto-Ley Nº 10.273 del 12 de noviembre de 1942 modifica el régimen de pensiones militares y dispone que la “Caja de Pensiones Militares” tenga personería jurídica, con un Directorio integrado por Oficiales en actividad o retiro nombrados por el Poder Ejecutivo, adquiriendo la situación de Ente Autónomo, pero dependiendo del Ministerio de Defensa Nacional.
En la década del 60 del Siglo XX pasa a denominarse “Caja de Retirados y Pensionistas
Militares” haciéndose cargo del pago de la totalidad de retiros y pensiones militares y leyes graciables afines, situaciones algunas que eran abonadas por la Caja Nacional de Ahorros y Descuentos.
En 1974 la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (Decreto-Ley Nº 14.157) prevé la
organización del actual Servicio, es así que por Rendición de Cuentas (Ley Nº 14.189) se regulariza la nueva figura, denominándose “Servicio de Retiros y Pensiones Militares” pasando a ser un Programa del Inciso 03 (M.D.N.) dependiente de la Dirección General de los Servicios, no modificándose, a texto expreso, “el régimen jurídico de las pasividades a su cargo ni el del patrimonio afectado a las mismas” Claramente deja de ser un organismo paraestatal pero mantiene su autonomía en la regulación de la seguridad social militar, ahora sujeta a jerarquía dentro de la órbita del Ministerio de Defensa Nacional.
Finalmente, por Ley Nº 16.320 del año 1992 adquiere definitivamente su actual
denominación de Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas.



SITUACIÓN ORGÁNICA (NATURALEZA JURÍDICA)
Historiada la evolución del Servicio, corresponde ahora ubicarlo en el contexto de la estructura del Estado.
Se distinguen claramente dos etapas históricas:

Una primera etapa que va desde su creación en 1911 hasta el Decreto-Ley Nº 14.157 del
año 1974, período en el cual el organismo tenía un carácter nítidamente desconcentrado o descentralizado, dentro de una órbita no claramente definida del Ministerio de Defensa Nacional.

En la segunda etapa, a partir del Decreto-Ley Nº 14.157 y hasta el presente, no es posible hablar que el Servicio sea un órgano descentralizado.
Por definición, el concepto de centralización está fuertemente ligado a la noción de jerarquía, que para el ámbito militar también incluye su contra cara, la subordinación.
Por este motivo se puede asegurar que no existe en ningún ámbito del ordenamiento administrativo lugar donde la jerarquía revista la importancia que posee en el ámbito del Ministerio de Defensa Nacional.
Por desconcentración se entiende el grado mínimo de descentralización, donde el órgano, por vía legal, preserva ciertos poderes de administración para ejercerlos bajo su propia competencia.
Por Ley entonces, la misión del Servicio es: “realizar el control administrativo y liquidación de pasividades militares y los servicios de seguridad social que se le encomienden para el personal militar y sus familiares”
Esta es la competencia propia y exclusiva del Servicio, pero siempre sujeta a la jerarquía primaria de la Dirección General de los Servicios de las Fuerzas Armadas, y por último del Ministerio de Defensa Nacional, con un muy mínimo grado de desconcentración.
Cualquiera podría pensar que la actividad del Servicio de Retiros no es propiamente una actividad castrense, pero las especiales características de sus integrantes:
-beneficiarios
-funcionarios
-jerarcas,
Sometidos en diversos grados al status militar, deben necesariamente ser tenidas en cuenta cuando se trata de definir la naturaleza jurídica del Servicio y su elevado grado de centralización y su muy mínimo grado de desconcentración.
En definitiva, resulta claro que con el marco normativo actual ningún otro órgano del Estado podría validamente realizar la misión a cargo del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, competencia acotada al cumplimiento de dicha misión, en un régimen jurídico administrativo centralizado y de mínima desconcentración con respecto al Poder Ejecutivo (Ministerio de Defensa Nacional).

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RETIRO Y JUBILACIÓN
El Retiro es la “situación de pasividad militar”
La contingencia de retiro no es equiparable a la contingencia de vejez (jubilación) cubierta por los regímenes generales de previsión social.
La jubilación implica cesar la actividad y percibir una pasividad, en cambio el retiro implica además mantener el “estado militar”, con derechos y obligaciones, algunos de ellos de por vida, que inclusive pueden llegar al extremo de perder el íntegro de la pasividad.
El retiro puede ser obligatorio o voluntario.
La contingencia o riesgo cubierto por el retiro obligatorio por edad no es la vejez, la contingencia cubierta es la presunción, legal y absoluta, de inconveniencia para el “servicio” de mantener recursos humanos que superen determinadas edades e implica un desempleo forzoso.
La contingencia de retiro voluntario (mínimo 20 años de servicios) cubre una decisión autónoma del militar de abandonar la actividad, no implica una situación de desempleo forzoso ni una necesidad del “servicio”. El fundamento de la pasividad, para el caso del retiro voluntario, radica en la especial característica de la actividad militar que exige dedicación completa (un soldado, en 20 años de servicios, trabaja muchísimas más horas que cualquier funcionario u obrero de la actividad que se elija)
Además, dado lo históricamente bajos salarios del personal del M.D.N., también la razón de esta pasividad puede encontrarse en el concepto de salario diferido, algo así como estímulo para el reclutamiento a las Fuerzas Armadas.
Como conclusión se puede asegurar que retiro militar no es lo mismo que jubilación.



ESTADO MILITAR (ESTATUTO JURÍDICO)
La Constitución de la República establece que el estatuto del funcionario público no es aplicable al personal militar. Así mismo, la naturaleza del Estado Militar implica el acotamiento de derechos fundamentales constitucionales y otros derechos legales asegurados a los trabajadores:
- Libertad de expresión
- Derecho al trabajo (dedicación integral)
- Derecho de reunión
- Libertad ambulatoria (dentro y fuera del país)
- Privación de libertad (como consecuencia de una sanción)
- Acceder a cargos legislativos
- Realizar actividad política (sólo el voto)
- Derecho de sindicalización
- Derecho de huelga
- Jornada diaria de 8 horas
- Remuneración diferencial del trabajo nocturno
- Remuneración del servicio extraordinario (horas extras)
- Descanso semanal obligatorio y remunerado
- Derecho a licencia (es una concesión del superior y supeditada a las necesidades del “servicio”)
- Acumulación de licencia no gozada (se pierde)
- Inamovilidad ( el militar es amovible)
Además el Estado Militar conlleva en si mismo ciertas obligaciones o características propias:
- Dedicación integral (24 horas)
- Actos de servicio juzgados por Justicia Militar o por sus pares (Tribunales de Honor)
- Retirados sujetos a ser movilizados
- Tiempo individual históricamente reducido (dificulta la formación del grupo familiar)
- Riesgo de vida cierto y permanente
- Traslado sin consulta previa (a otro cargo, función, destino, guarnición)
- Polifacetismo (durante la carrera se puede ser Comandante, administrador, habilitado, docente, combatiente, alumno, profesor, académico, etc.)
Todo lo descrito configura la ESPECIFICIDAD de la función militar y es lógico que el
sistema de retiro militar atienda esta especificidad.
Atribuir al militar, en materia de pasividad, un régimen o un servicio especial, no tiene por objeto colocarlo en posición ventajosa en relación a los demás trabajadores en general, ni tampoco dar privilegios o ventajas especiales en nombre de esa diferenciación, Por el contrario, el tratamiento especial busca posibilitar un sistema de previsión compatible con la profesión militar, que tiene características específicas no compartidas por ninguna otra categoría laboral. Esto sucede además –justo es señalarlo- en otros países del mundo.
La exclusión del militar, en actividad y retiro, de la regla general, circunscribiéndolo a un sistema previsional propio, que observe la singularidad y especificidades de la profesión militar, no es una violación al principio de igualdad (fundamento del Estado de Derecho) porque no implica la consagración de privilegios o distinciones de clase.



SISTEMA DE RETIROS Y PENSIONES ESTATAL (FUERA DEL RÉGIMEN GENERAL)
Además de lo que se ha venido desarrollando desde el inicio de esta presentación, es del
caso puntualizar algunas razones y consecuencias de la autonomía del Servicio:
- La autonomía emana del propio texto constitucional, desde 1830 al presente, que reconoce dos grandes vertientes en materia de previsión social (empleados civiles y militares).
- De los sistemas de previsión social que están fuera del régimen general es uno de los más antiguos, 101 años de historia y además, de éstos es el que tiene mayor número de pasivos.
- La normativa actual hace imposible la integración al régimen general tanto del sistema como del servicio de retiros militares.
- Como en todas partes del mundo es un sistema con asistencia del Estado. Algunos países, por ejemplo han incluido la previsión social militar en los gastos presupuestales de Defensa.
Entonces desde el punto de vista económico, no sería conveniente juntarlo con un régimen general que debiera ser superavitario.
- A través del Derecho Comparado se puede establecer que la autonomía de los regímenes de pasividades militares constituyen un fenómeno generalizado, ejemplos son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, en la región; y U.S.A., Reino Unido, fuera de la región, entre otros. Brasil, por ejemplo dedica una abultada cifra –supera los 7 billones de dólares- por este concepto, que reconocen como necesario para su Seguridad.
- El mantenimiento de un servicio de retiros autónomo, sumamente centralizado y con un mínimo de desconcentración, es la forma más beneficiosa y económica para el Poder Ejecutivo y para el Estado, para controlar y hacer funcionar un sistema diferencial.
- Lo más importante y relevante del sistema y servicio autónomo es que se reconoce y se respeta la especificidad de la función militar (retiro no es lo mismo que jubilación)
Respecto a si el Sistema de Retiros Militares es un proceso irresuelto, es muy discutible si esta aseveración es cierta, y desde qué punto de vista se debe analizar, si del punto de vista económico o desde el punto de vista normativo o desde el punto de vista del grupo humano amparado.
En atención al vigente sistema general de previsión social establecido por la ley Nº 16.713 se puede asegurar, desde los puntos de vista normativos y de grupo humano, que es un proceso muy bien resuelto, porque en atención al Artículo 1º de la citada norma se respetan las “formas de financiamiento, especificidades y naturaleza de las actividades que comprende” la profesión militar.
El principio de universalidad invocado en el Artículo 1º de la Ley Nº 16.713 no significa considerar a la sociedad como una simple suma de individuos en iguales condiciones. Lo correcto es especificar las necesidades propias de cada grupo humano y las que derivan de cada contingencia. De esta especificación o especificidad depende tanto el sistema a adoptar, como las bases de su financiamiento, la calidad de la protección y el tipo o rango de prestaciones.

jueves, 10 de mayo de 2012

Guía de Transición



Enfrente con ventaja sus opciones de carrera al momento de alejarse del servicio activo en las filas de las Fuerzas Armadas, aprovechando al máximo las destrezas adquiridas.

Si ya se retiró, y está buscando trabajo pero aún no lo ha encontrado, le recomendamos que también lea la información de esta sección. Seguramente hará su búsqueda más breve.



10 Mitos y Realidades del Mercado de Trabajo


  • La noción abstracta de un “mercado de trabajo” genera variadas imágenes de estructuras, procesos, decisiones y resultados que a veces nos intimidan. Sin embargo, sabemos que existen ciertos procesos clave que debemos dominar para funcionar en él: auto-evaluación, curriculums, solicitudes, cartas, investigación, relacionamiento, negociación, etc. Usted debe familiarizarse con cada uno de estos procesos y saber cómo se relacionan entre ellos.
  • Entender el mercado de trabajo es análogo a reconocer un elefante con los ojos vendados, sólo por el tacto: seguramente algunas partes le sean familiares, pero difícilmente tenga una idea clara del todo. Como veremos seguidamente, el mercado de trabajo puede ser muchas cosas, menos organizado, centralizado y coherente.
  • La imagen que tenemos de cómo funciona y cómo debemos relacionarnos con él está basada en una combinación de hechos, estereotipos y mitos aprendidos de sucesos cercanos a nosotros y del asesoramiento de personas bien intencionadas. Esta imagen es desafortunada cuando guía a las personas por caminos improductivos, aconsejando pasar el tiempo respondiendo a avisos clasificados y esperando a ser contactados por los posibles empleadores. El hacerlo confirma el común lamento de aquellos que buscan sin éxito: “Qué más puedo hacer… es claro que no hay ningún trabajo para mi.”
  • Examine estos 10 mitos sobre los trabajos civiles y las búsquedas de trabajo antes de proceder a organizarse para las realidades presentes y futuras del empleo. Estos mitos ilustran puntos importantes previos a organizar e implementar su búsqueda de trabajo. Las realidades que les corresponden constituyen un conjunto de principios prácticos para desarrollar una búsqueda de trabajo exitosa tras su alejamiento de las filas de las Fuerzas Armadas.
  • MITO 1: Voy a ganar mucho más dinero en el ámbito privado.
    REALIDAD: Para sorpresa de muchos, el salario inicial de gran parte del personal militar retirado (especialmente los oficiales) suele ser distinto que su sueldo en el servicio activo, tomando en consideración los beneficios globales que dan las Fuerzas Armadas. La ventaja del ámbito privado está en que si se persevera, las posibilidades de mejora salarial son mucho mayores.

  • MITO 2: Necesito educación superior para encontrar un buen trabajo en el ámbito privado.
    REALIDAD: Mientras la educación superior normalmente le será de ayuda frente a la competencia, la falta de un diploma no cierra todas las puertas. Los empleadores suelen estar buscando trabajadores realmente “comprometidos” que trabajen diligentemente y ayuden a hacer prosperar sus negocios.
    Muchos empleadores buscan personal militar retirado por su reputación de lealtad, trabajo duro, pocos problemas y dedicación a cumplir con la misión asignada. Los oficiales que no tengan estudios terciarios pero que hayan tenido una actuación destacada en su Fuerza, han sido y seguirán siendo buscados por las compañías civiles que pueden beneficiarse por su experiencia, sabiduría, disciplina y fuerte ética de trabajo.

    S i no tiene un título terciario, es muy recomendable que lo obtenga después de estar asentado en su nueva posición civil. Tenga en cuenta que muchas compañías especializadas alientan e incluso ayudan a solventar los costos de sus empleados que deciden continuar su educación porque entienden que con el correr del tiempo los beneficiará.

  • MITO 3: Es mejor difundir mi curriculum vitae a la mayor cantidad posible de empresas.
    REALIDAD: Difundir su curriculum a empresas es un juego de fortuna en el que usualmente se pierde tiempo y dinero. Siempre es mejor “dirigir” su curriculum con precisión. Su mejor aproximación para descubrir oportunidades de trabajo es, simplemente, relacionarse.

  • MITO 4: Como yo ocupaba una posición media o alta de dirección en la Fuerza, debo ser contratado en una posición similar en el ámbito privado.
    REALIDAD: Quizá sí, y quizá no; pero no se sorprenda si termina en algún otro tipo de posición. Mientras las compañías privadas toman en consideración la experiencia militar, muchas querrán probarlo antes de ubicarlo en una posición de liderazgo. Es más, las posiciones medias o altas de dirección suelen ser para quienes ya tienen algo de experiencia dentro de la compañía.
    Para esos cargos, las compañías buscan personas que tengan experiencia relacionada a sus operaciones. Si hizo una buena carrera dentro de las Fuerzas Armadas, no hay razón para no creer que se transformará rápidamente en alguien “codiciado” en el mundo civil. Si, por el contrario, usted no alcanzó su máximo potencial mientras estaba en las Fuerzas Armadas, esta puede ser una nueva oportunidad para destacarse.

  • MITO 5: Hay pocos trabajos como para mi en el competitivo mercado de hoy.
    REALIDAD: Esto puede ser cierto si carece de las destrezas más requeridas en el mercado, o se limita a responder a solicitudes en los diarios o en agencias de empleo. La competencia en el mercado de trabajo “abierto” suele ser dura, especialmente para los trabajos que no requieren de muchas destrezas. Sin embargo, hay muchos puestos con relativamente baja competencia que están disponibles en el mercado de trabajo “reservado”. Es más, si tiene alguna experiencia especial, anímese, pues en el mercado suelen rogar por personas capacitadas para aquellos trabajos que requieren destrezas técnicas avanzadas.
    Si le interesa un campo de empleo en particular pero actualmente no posee las destrezas o experiencia necesarias, considere realizar algún curso de especialización u obtener una licenciatura en ese campo. Es recomendable consultar en varias universidades antes de dejar las Fuerzas Armadas para asegurarse de los beneficios que puede obtener al estudiar allí. Algunas universidades poseen bolsas de trabajo a donde acuden las empresas en busca de personal especializado. Las universidades privadas suelen ofrecer descuentos en base a los que cumplen con ciertos requerimientos sociales o de aptitud. Infórmese!

  • MITO 6: Cualquiera puede encontrar trabajo; todo lo que se necesita es saber cómo.
    REALIDAD: Este clásico concepto laboral de forma versus sustancia (que prepondera el tener una actitud positiva y alta autoestima, vestirse y actuar de tal forma que proyecte una imagen de éxito) no es suficiente en nuestros días. Si bien la forma en que se presentan las cosas siempre debe ser tenida en cuenta, basarse en ella lleva al fracaso en una sociedad con importantes índices de desempleo y crecientes requerimientos técnicos. Hoy se requiere que los empleados demuestren tanto su inteligencia y destrezas concretas así como su voluntad de aprender.

  • MITO 7: Mi esposa/o me dará tanto apoyo para mi búsqueda de trabajo como me lo dio durante mi carrera militar.
    REALIDAD: No lo dé por sentado. Muchos cónyuges se sienten justificadamente inseguros sobre tales transiciones en la carrera. Ellos ya saben de otras personas que durante su transición cometieron varios de los errores que mencionamos. Este miedo los lleva a presionar al otro para que tomen el primer trabajo disponible. Si no maneja este proceso en la forma adecuada, puede descubrir un nuevo obstáculo en su camino a una transición saludable.
    Su cónyuge le dará todo su apoyo si se ve directamente involucrada desde las primeras etapas de su búsqueda de trabajo. No le sorprenda con un repentino anuncio de cambio en su forma de vida; éste no es el momento para una crisis de la edad adulta que cree complicaciones adicionales a los que están cerca suyo y se preocupan por su futuro.

    Pueden hacer las evaluaciones iniciales y definir las metas juntos, escribir su curriculum vitae e investigar y relacionarse en equipo. Es más, probablemente descubra que estas acciones conjuntas generan renovado apoyo, minimizan la presión de tomar una decisión prematura, y son saludables para un matrimonio.

  • MITO 8: Debo tomar el puesto que pague más.
    REALIDAD: Mientras la compensación económica es un factor importante en el proceso de toma de decisión, no debe ser su único factor de decisión. Lo más importante a considerar es si disfrutará su nuevo trabajo. Recuerde, su trabajo será algo en lo que invertirá mucho de su tiempo, al menos cinco días a la semana. Por eso cuando evalúe sus propuestas de trabajo, asegúrese de pensar con detenimiento sobre los pro y contra de cada una y seleccione la que mejor combine a sus destrezas, intereses y aspiraciones económicas.

  • MITO 9: Un buen currículum vitae es clave para obtener un trabajo.
    REALIDAD: Si bien un currículum cumple un rol importante en toda búsqueda de trabajo, no es lo “más” importante. El propósito de un currículum es comunicar sus cualidades a potenciales empleadores que, de verse interesados, lo invitarán para una entrevista de trabajo. La clave para obtener un trabajo es la entrevista. Sin entrevista, no hay trabajo.

MITO 10: No es necesario escribir una carta de presentación adjunta. Sólo envíe su currículum o llene el formulario y será suficiente.
REALIDAD: Debe prepararse para escribir varios tipos de cartas de presentación. Entre otras: presentación, aproximación, resumen, agradecimiento, seguimiento y aceptación.
  1. Además de evidenciar su dominio de la palabra, estas cartas de trabajo permiten expresar valores importantes que suelen buscar los empleadores: inteligencia, tacto, simpatía, entusiasmo, perseverancia. Enviar un currículum sin una carta de presentación le resta fuerza.

Prepare su curriculum vitae



El Curriculum Vitae o CV es la herramienta de búsqueda de empleo por excelencia. Es su argumento, el artículo que ha de vender y que debe “venderle” a usted. Para que no surta el efecto contrario, el de perjudicarle, vamos a revisar algunas de sus condiciones. Debe tomarse el tiempo de prepararlo concienzudamente.

Características de un buen curriculum vitae

Se trata de un documento, y como tal, no será mejor por su extensión o los méritos que relacione. En cambio, sí lo será si su estructura, redacción y estilo en general, son los adecuados. Debe ser:
  • Claro y limpio tanto en su presentación como en su estilo.
  • Preciso. Que dé cuenta de la importancia exacta de lo que ha hecho y conseguido.
  • Fiel. Que refleje, sin autoalabarse ni pecar de modestia, su personalidad y trayectoria.
  • Directo. En el caso de contestar a un anuncio, ajuste el CV a lo que se pide, al perfil buscado.
Es la información más elemental y, al mismo tiempo, la más vital. Algunos datos ha de reflejarlos siempre:
  • Nombre.
  • Los dos apellidos.
  • Domicilio. No olvide el código postal, y si lo desea incluya el nombre de la Esquina.
  • Número(s) de teléfono. Si se presenta a un puesto en el extranjero, incluya la característica que han de marcar (“+598-” y el número local correspondiente) y horarios en los que pueden encontrarle. Si todavía no lo tiene, sería bueno que compre un contestador telefónico para que reciba las llamadas que pudieran hacerle mientras no está en casa.
  • Fecha de nacimiento. Escriba el mes con todas las letras, o con un mínimo de tres, y el año con cuatro cifras (por ejemplo, 13/FEB/1955). También puede expresar su edad.
  • Situación familiar. Indíquelo así: soltero/a, casado/a, divorciado/a, viudo/a, así como el número de hijos (si corresponde). En el caso de que esté en proceso de separación, resulta prudente no mencionarlo en una primera instancia pues sugiere que puede tener el ánimo y la vida en general demasiado alterados como para no influir en su futura actividad laboral.
Otros datos puede incluirlos si lo considera oportuno:
  • Nacionalidad.
  • Permiso de conducir (sólo si es necesario para el puesto en cuestión).
  • Fotografía. La mayor parte de los anuncios suelen pedir que se adjunte fotografía. No se trata de modelaje: al seleccionador le sirve para relacionar a cada candidato con una cara, acordarse de él después de la entrevista y tener una idea de su presencia general. Nunca envíe una fotografía espontánea. Aunque no suele ser importante el efecto que la fotografía en sí cause, su influencia es indudable en el ánimo del seleccionador. Por eso debe cuidarla en sus detalles más fundamentales: que sea reciente para reflejar la edad que figura en su CV, que sea de tamaño carnet y que en lo posible la haga un fotógrafo. Vista en ella ropa clásica, evite los toques de especial elegancia o fantasía. Imprímala si es digital o péguela (las grapas saltan y los clips se pierden) en la parte superior derecha del CV.

Formación

Aquí debe consignar cuáles son sus estudios, en orden inverso a su antigüedad, con el último logro a la cabeza. Según sea su situación, le será más conveniente incluir distinta información:
  • Si no tiene estudios de secundaria, o no los llegó a terminar, pero tiene experiencia profesional, suprima este apartado sin más y haga hincapié en su trayectoria personal y profesional.
  • Si no tiene estudios en la Escuela Militar ni estudios terciarios externos pero tiene estudios secundarios completos y ha asistido a cursos de formación profesional, debe incluirlos y pasar revista a sus competencias, cualificación o diplomas conseguidos gracias a estos cursos.
  • Si tiene varios títulos y una buena experiencia profesional, recuerde que la experiencia es tan importante como la titulación. No deberá dejar de lado el párrafo relativo a experiencia profesional. Si responde a un aviso en particular, dé especial relieve a él o los títulos más relacionados con lo requerido.
Puede ser bueno hacer un breve repaso por sus principales competencias: adaptabilidad, dinamismo, ganas, deseo de aprender, etc.

Aunque el lugar para colocar los cursos de actualización o “reciclaje” en el CV es a continuación del de Formación, su inclusión es decisión suya. No son parte obligada de un CV. Si no ha hecho este tipo de cursos, suprima el apartado, pero si ha realizado cursos valiosos y es más o menos un recién llegado al mundo profesional, desarrollar este apartado le servirá para llenar un CV algo corto.

El hecho de incluir cursos realizados hace mucho tiempo puede reafirmar la idea de que usted siempre se ha preocupado por mantenerse al día y adquirir nuevas destrezas.

Si ha asistido a cursos muy diversos, indique sólo los que estén más relacionados con el puesto. Así evitará parecer alguien que sabe un poquito de todo y pero nada en profundidad.

Debe tener a mano los comprobantes, memorias e informes de sus cursos. Pero sólo debe presentarlos si le son solicitados durante la entrevista.

Experiencia profesional

A los ojos de un empresario esta es la parte más importante de un CV, siendo también la más comprometida, pues a menudo supone dar cuenta de varios años de trabajo en breves líneas.

Ha de definir:
  • las Unidades, Institutos de Enseñanza, Misiones de Paz o Dependencias del MDN en las que ha trabajado (nombre, tipo de actividad que cumple, número de personas que la constituyen);
  • los puestos que ha ocupado en ellas (grado, cargo);
  • las funciones que haya llevado a cabo (responsabilidades, descripción de las tareas diarias más importantes, trabajos especiales que le fueron asignados);
  • los logros más destacados mientras estuvo allí;
  • un balance de lo que ha aportado en cada puesto (especialmente, si consiguió resultados mejores que quienes ocuparon antes el mismo puesto, es bueno cuantificarlos).
Es importante que emplee términos claros y que, si es posible, cuantifique. Esto significa que, por ejemplo, en vez de “Jefe de Sección”, debe escribir “Jefe de Sección con X administrativos, X técnicos en informática y X lo-que-sea a cargo”.

Idiomas

Para determinadas profesiones este es un requisito indispensable. Incluso para aquellas en las que no tiene tanto peso es muy valorado. Aún cuando no esté muy contento de su nivel en esa lengua, puede expresar su intención de seguir un curso de perfeccionamiento.

Consigne el conocimiento de una lengua, indicando su nivel. Como en la mayoría de los casos no es sencillo autoevaluarse, siguiendo al nombre del idioma, se puede valer de definiciones o categorías como las siguientes:
  • NOCIONES, si se trata de un conocimiento muy básico sin práctica lingüística real y no emplea lo que sabe de esa lengua desde hace mucho tiempo.
  • HABLADO, si puede mantener una conversación corriente sin mayores dificultades.
  • LEIDO, si es capaz de comprender con facilidad un texto corriente.
  • ESCRITO, si tiene un buen conocimiento de gramática y un amplio vocabulario.
  • FLUIDO, si su sintaxis es impecable y tiene un vocabulario rico. Esto significa que la lengua en cuestión la practica a diario.
  • BILINGÜE, si lo es significa que esa es su segunda lengua materna.
Por otra parte, si los obtuvo, mencione (y tenga a mano para después) los diplomas obtenidos en lenguas extranjeras, así como el nombre de las instituciones que los otorgaron.

Si ha estado más de tres meses seguidos en el extranjero, o ha hecho frecuentes salidas a países en los que no se habla Español, también debe referirse a ello aquí.

Pretensiones salariales

Es mejor no referirse a esto en una candidatura espontánea: si quiere más de lo que se suele pagar en el sector, disuadirá al empresario y no se pondrá en contacto usted.

Los anuncios clasificados, en cambio, suelen pedir expresamente que el candidato exprese sus pretensiones salariales. Si sus pretensiones son demasiado bajas, el seleccionador puede pensar que no sabe evaluar sus capacidades. Pero si se pasa, pensará que se sobrevalora. No se trata sólo de encontrar una cifra justa y equilibrada, sino de encontrar una serie de elementos que justifiquen esa cifra: antigüedad desempeñando un puesto similar, mucha o poca experiencia…

Si tiene clara una cifra mínima de la que no quiere bajar en sus retribuciones, indique una cifra un poco más alta, por si se llegase a negociar en la entrevista, lo más probable es que tenga que ceder ese poco.

Puede indicar, entre otros, el salario anual + primas + participación en beneficios de la empresa + otros beneficios que espere obtener. Eso sí, debe asegurarse que lo que va a indicar es acorde al puesto. Si tiene dudas, es preferible omitir este punto.

Para fijar el salario, básese en su antiguo salario y entérese de lo que cobra en esa empresa alguien en un puesto similar, o lo que cobraba su predecesor. Además, consulte la prensa, porque de tiempo en tiempo se publican notas con datos promediales de salarios por sectores de actividad. Por último, lea otros anuncios clasificados para encontrar lo que otras empresas proponen como salario para cada puesto.

No se le ocurra ofrecer varias demandas salariales: tomarán la más baja como base de la negociación.

Actividades extraprofesionales

Es otro apartado que puede decidir incluir u omitir. Se refiere, en realidad, a su vida privada, y nadie puede obligarle a mencionarla. Sin embargo, es verdad que se puede valer de algunas de sus aficiones, pasatiempos o actividades de ocio para ampliar su curriculum si este le queda un poco corto. En todo caso, que la lista no sea extensa o pensarán que suponen para usted más que el trabajo en sí.

Puede incluir aquellas que:
  • desarrollen cualidades valiosas para su vida profesional;
  • desarrollen su facultad de toma de decisiones;
  • tengan relación de algún tipo con el puesto al que se presenta.
Por otra parte, puede incluir otras actividades que supongan más bien una capacidad para desarrollar sus otras facetas personales, fuera de las que emplea en el ámbito laboral.

Varios

Lo primero, y aunque cae por su propio peso hay que decirlo, es que sitúe este apartado al final de su CV. No emplee este apartado como relleno. Ponga lo que escriba, que sea interesante en mayor o menor medida. Debe reunir aquí las informaciones que no le interesaba poner en otros apartados, sea por su escasa importancia o porque tal vez puedan perjudicarle más que hablar en su favor.

Hablamos de elementos como los siguientes:
  • una edad que podría parecer poco adecuada para el puesto;
  • una situación familiar comprometida;
  • un nivel de estudios deficiente;
  • unas actividades extraprofesionales que no merezcan un apartado por sí solas.
Y también elementos con un peso menor:
  • la movilidad que está dispuesto a tener en el desempeño de su trabajo.
  • la disponibilidad que tiene en este momento: total, parcial, o cuándo va a estar libre.

Apariencia

Terminada la fase de reunión de material, entramos en la de confección. Lo primero de todo: la comunicación se establece en el campo de la apariencia. Por lo tanto, vamos a cuidar la apariencia, tanto la material como la que se desprende de la claridad.

Estructura

Si lo fuerte de su CV es la experiencia reciente, emplee un orden cronológico que dé cuenta primero de lo último que ha hecho, y sigue así, por orden hasta llegar a sus primeras experiencias laborales. Lo malo es que no refleje la evolución de su vida profesional, y lo bueno que pones en primer término lo más brillante de ella. Esto lo aprecian los seleccionadores jóvenes que siguen la escuela americana; si conoce este dato de su seleccionador, adelante, pero lo usual es que no se sepa quién va a leer nuestro CV.

Si no es este el caso, decídase por lo clásico, que es el orden cronológico: primero la formación y después el desarrollo de su carrera. Su principal virtud es la de exponer su trayectoria profesional como un camino.

Estilo

No está escribiendo poesía ni novela. De manera que no busque un estilo brillante y, en cambio, sí la mayor precisión en los términos y las cifras que emplee.
  • Frase corta, precisa, correctamente puntuada. Para ello, primero escríbala como le salga, y después procure resumirla empleando las palabras que sean más adecuadas.
  • Los números, en cifras y no en letras (se leen mejor y más rápido).
  • Ortografía impecable. Si tiene dudas no olvide el diccionario!
  • No haga muy monótono ni muy “militar”su vocabulario. Si encuentra alguna dificultad, busque en un diccionario de sinónimos.
  • Precisión. No emplee términos vagos como “mucho”, “importante”, “diversos”, etc.
  • Use términos positivos, que ofrezcan un panorama favorable; nada de “dificultades”, “duda”, etc.; y sí “desarrollo”, “concepción”, “construcción”.

Extensión

La menor cantidad de páginas necesarias. No debe ser demasiado extenso porque descorazonará su lectura, pero tampoco debe ser demasiado breve porque limitará las posibilidades de que encuentren información que pueda interesarles.

Distribución de los elementos

Los títulos, centrados en medio de la hoja.
Los datos personales, arriba, a la izquierda de la hoja.
Los nombres, con la inicial en mayúscula y el resto en minúscula.
Los apellidos en mayúsculas.

La formación, distribuida así:
“Año – Título. Lugar.” Por ejemplo:
1995 – Oficial de Estado Mayor. IMES.

Los cursos, de esta manera:
“Año – Nombre del Curso – Lugar.” Por ejemplo:
1999 – Operador de Motoniveladora. Centro de Instrucción de Ingenieros.

Si corresponde, y usted obtuvo una buena calificación, debajo puede mencionarlo:
1999 – Mecánica Avanzada. Servicio de Material y Armamento del Ejército. Aprobado con la segunda calificación del curso.

La experiencia profesional la debe distribuir en el mismo orden para cada puesto.
“Mes / Año – Título del cargo. Unidad o Dependencia del MDN. Sección.”
“Clara descripción de las responsabilidades de su puesto, funciones que llevaba a cabo y cifras que pudieran importar (personas a su cargo, monto de dinero que manejaba, etc.)” Por ejemplo:
MAR/1984 – Jefe de…, Departamento de Operaciones. Estado Mayor del Ejército.

Papel

Tipo: Blanco liso, tamaño A4, limpísimo.
Presentación: Escrito a máquina u ordenador, por una sola cara, a doble espacio.
Con márgenes iguales, sin tachones, sin faltas de ortografía (!).
Estructura: Distribuido en secciones con sus títulos resaltado en negrita.
Dentro de cada sección, mantenga la misma estructura y órden.

Carpeta

Si va a encarpetarlo, puede hacerlo con una carpeta plástica de tapa dura que sea transparente o translúcida. Dependiendo del puesto al que se postule, evite los colores demasiado brillantes pues, si bien pueden hacer destacar su CV del resto, seguramente darán una impresión demasiado informal a quien lo vea.

Si no va a encarpetarlo, ordene las hojas haciendo coincidir sus bordes y únalas con una grapa pequeña en el ángulo superior izquierdo.

Sobre

Del mismo tamaño que las hojas del CV. Si está usando una computadora, los datos de destinatario y remitente imprímalos con la misma impresora. Si los escribe a mano, hágalo en letra imprenta ya que la manuscrita puede no ser entendida fácilmente, llevando a confusiones.

Relectura


Tómese un descanso. Pasados unos días desde que termine de escribirlo todo, vuelva a leerlo. Esto le da una nueva perspectiva. Después de hacerle las correcciones y/o ajustes que seguramente encontrará necesarios, guárdelo nuevamente un par de días. Por último, léalo de nuevo, y si entonces le parece bien, de acuerdo: ya está.

Debe plantearse, fundamentalmente, cuestiones relativas a los datos y a la forma en que los presenta. En cuanto a los datos, fíjese si todas la fecha son exactas o si falta algo. En cuanto a la presentación, examine si es correcta, si se le ha quedado corto o largo o si repite cosas innecesariamente.
Vaya apuntando los cambios que se le ocurran, cambie el curriculum, imprímalo de nuevo, deje pasar unos días, léalo de nuevo… Así, hasta que esté satisfecho.

Solicite Ayuda

Si quiere ayuda, pregúntele a algún amigo de confianza que tenga un título profesional. Por lo general están acostumbrados a escribir curriculums y podrán decirle qué les parece desde el punto de vista de un civil.



Entienda y organice su búsqueda de trabajo



Encontrar trabajo es un arte y ciencia al mismo tiempo; comprende una variedad de hechos básicos, principios y destrezas que pueden ser aprendidas, pero que deben ser adaptadas a cada situación.Aprender a encontrar un trabajo puede ser tan importante para el éxito de su carrera como saber cómo hacer un trabajo.
Su pasado está muy ligado al proceso de encontrar un trabajo o cambiar de carrera. Por eso mismo, debe sentirse cómodo durante su búsqueda de trabajo: representa lo mejor de usted en lo que refiere a sus logros pasados y presentes, ya que éstos se relacionan a sus metas presentes y futuras. Si tiene esto en mente, enfocará sus energías aprovechándolas al máximo durante el proceso de búsqueda y transmitirá lo mejor de usted a sus futuros empleadores.
Como los pasos de búsqueda de trabajo están interrelacionados, deben ser seguidos en secuencia. Si no completa adecuadamente los pasos iniciales de autoevaluación, su búsqueda se tornará complicada, baga y costosa. Por ejemplo, nunca debe escribir un CV antes de evaluar sus destrezas e identificar su objetivo. Relacionar y completar estos dos pasos es especialmente crítico para la exitosa implementación del resto. Los pasos de los últimos meses pueden ser realizados simultáneamente porque se complementan y refuerzan entre sí.
En lo posible, intente organizar su búsqueda de trabajo de la forma más parecida a estos pasos.
El verdadero valor de esta organización se hará evidente a medida que implemente su plan.
Los pasos identificados representan procesos clave usados exitosamente por miles de militares en el resto del mundo durante los pasados años. Serán adecuados para usted mientras reconozca la importancia de relacionar las destrezas laborales con las destrezas para encontrar trabajo.
Debe hacer mucho más que sólo saber cómo encontrar trabajo. En los cambiantes mercados actuales y futuros, usted necesita rever constantemente sus destrezas laborales para asegurar que se mantengan vigentes en todo momento.
Asumiendo que tenga las destrezas laborales necesarias para el mercado de trabajo civil, debe estar preparado para enfocarlas en trabajos y carreras que disfrute y en que se desempeñe bien. De ese modo podrá evitar el error de intentar encajar en puestos que no relacionadas a sus verdaderos intereses, habilidades, destrezas y motivaciones.

Desarrolle un plan de acción


           

                  Como con cualquier operación militar, al embarcarse en una campaña de empleo, es importante establecer un plan de acción y ser disciplinado en la ejecución de las actividades planeadas.


Su misión es conseguir empleo en el ámbito civil. Con ello en mente, revea estos lineamientos básicos:
  1. Determine el número de semanas o meses que faltan para su retiro.
    Nunca es muy temprano para empezar!
  2. Dé prioridad a las actividades de búsqueda de empleo.
  3. Determine qué actividades pueden ser hechas en paralelo y cuales no.
  4. Ubique las actividades en una línea de tiempo.
  5. Ejecute el plan.
  6. Siga cada actividad con las acciones apropiadas.
Desarrollar un plan de búsqueda completo pero flexible es crítico para conducir una campaña de empleo exitosa. Independientemente de cuánto tiempo tenga, lo que demore organizando y planeando sus actividades resultará en una búsqueda mucho más efectiva.

Crear una línea de tiempo es una técnica útil que deberá incluir en su búsqueda de trabajo para planear cada una de sus actividades. Algunas de las actividades que podría incluir en su línea de tiempo son:

Primer mes

  • Determine preferencias de empleos y metas a alcanzar con ellos.
  • Haga una lista de amigos y camaradas que puedan darle consejo.
  • Haga una lista de amigos y camaradas que puedan conocer oportunidades de empleo.
  • Revise su vestuario en busca de trajes o zapatos “civiles” que comprar.
  • Empiece a visitar tiendas en busca de precios y ofertas (aunque tenga en cuenta que lo económico puede no ser mejor!)

Segundo mes

  • Prepare su Curriculum Vitae (CV).
    • haga un borrador para los puestos que aspira obtener (es probable que quiera usar un CV combinado, que resalte sus destrezas y detalle la naturaleza de las tareas que desarrolló, ya que normalmente un civil no las entiende con facilidad).
    • busque su diccionario y encuentre los términos más “civiles” para detallar sus tareas.
  • Investigue sobre los campos de empleo que le interesan.
    • visite la biblioteca de su Unidad.
    • visite librerías en busca de libros y revistas relacionados.
    • busque en Internet artículos especializados sobre cada área.
    • busque el sitio Web de las compañías que le interesan (si lo tienen).

Tercer mes

  • Amplíe su círculo de contactos laborales.
    • Únase a una asociación (si la hay) en su campo de interés laboral.
    • Acuda a charlas, conferencias y seminarios que traten sobre sus temas de interés.
  • Prepare su vestuario con el traje correcto para la ocasión correcta.
  • Comience contactos informales.
    • contacte sus amigos y camaradas de la lista que hizo y acuerde un encuentro.
    • prepare las preguntas que les hará.
    • en las entrevistas, principalmente escuche, y luego haga preguntas concretas.
    • por último, pregúnteles si leerían su CV y agradézcales por su tiempo.

Cuarto mes

  • Contacte empresas que se especializan en seleccionar personal.
    • intente una entrevista en persona.
    • hágales saber sobre su experiencia laboral, pero sin ser insistente.
    • pregúnteles por sus sugerencias.
  • IActualice sus registros.
    • marque con quienes ya habló.
    • incluya que impresión le inspiraron.
    • de ser necesario modifique su plan de acción.
  • Escriba directamente a aquellas empresas en su área de interés enviando su CV.
  • Responda a los avisos de empleo más prometedores que encuentre en los periódicos.

Quinto mes en adelante:

  • Identifique referencias potenciales. Contáctelas y envíeles copias de su CV.
  • Continúe expandiendo su lista de contactos a través de entrevistas informales.
  • Conserve la relación con su contactos y con las empresas de selección de personal.
  • Mantenga actualizados sus registros de reuniones y contactos.
Dependiendo de su situación, puede que deba modificar su línea de acción, incorporando una secuencia de acciones diferente. De todos modos, en uno u otro momento, su lista deberá incluir las acciones que sugerimos previamente.

La importancia del tiempo

Sus acciones se extenderán a través de varios meses, pero son un camino seguro para aumentar las posibilidades de encontrar un empleo adecuado a sus intereses. Las entrevistas y las ofertas de empleo pueden surgir en cualquier momento (usualmente de forma inesperada) a medida que ejecuta las acciones planeadas.

El tiempo planeado varía dependiendo del tipo de trabajo que busque, pero puede darse tras unas pocas semanas o tras varios meses. Tenga en cuenta que si bien una espera de algunos meses puede parecer un largo tiempo (especialmente si se está sin trabajar), usted puede disminuir el tiempo de búsqueda aumentando la frecuencia con que realiza las tareas. De todos modos, no espere encontrar el trabajo “ideal” en un par de semanas.

La búsqueda de empleo requiere mucho tiempo y trabajo, y por lo general es mucho más del que usted piensa. Si planea, prepárese y persista en sus acciones, la recompensa siempre llega.

Continúe su educación


       


En las últimas décadas la fuerza laboral ha cambiado en forma sustancial. Los trabajadores que pretenden alcanzar posiciones destacadas tienen dos necesidades ineludibles: educación formal que les permita ingresar al mercado, y educación continua a lo largo de su vida laboral que les permita mantenerse al día.

Para la mayoría de las personas, su educación terminaba cuando empezaban a trabajar. Los Oficiales de carrera, en cambio, siempre han debido adquirir nuevos y más profundos conocimientos para pasar de grado; mientras que el Personal Subalterno en las Unidades recibe Instrucción casi a diario. Esto les da una ventaja competitiva sustancial que deben aprovechar si desean insertarse con éxito en el mercado laboral.

Un cambio de carrera no suele ser sencillo, pero también es cierto que muchas de las destrezas ya adquiridas son transportables al área de trabajo a la que se pretende ingresar, y otras pueden ser adquiridas o actualizadas en poco tiempo, haciendo la transición menos traumática. Depende de cómo encaremos el cambio y de cómo complementemos estas destrezas con otras nuevas necesarias paracompetir eficazmente.

A continuación presentamos algunas de los centros de formación a los que podemos recurrir. Los Técnicos dan soluciones relativamente rápidas para complementar y/o actualizar conocimientos. Los Universitarios apuntan a una preparación a largo plazo.

Centros de formación técnica

La formación o actualización técnica puede representar una ventaja por la naturaleza relativamente corta de los cursos y porque abarcan áreas de gran demanda en el mercado, facilitando una rápida inserción laboral.

Aún si prefiere realizar una formación profunda a nivel profesional, puede que encuentre conveniente iniciarla tomando un curso técnico relacionado para hacerse una mejor idea de lo que será su futura profesión.
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